¿Qué es la aceptación?

Elementos bássicos de las técnicas de aceptación de la realidad:

  • Aceptar la realidad del dolor y la inutilidad del sufrimiento
  • Conocer la ecuación del sufrimiento
  • Conocer los posibles estilos de afrontamiento ante situaciones que no podemos cambiar
  • Realizar algunas prácticas específicas de aceptación

Dolor, existe y es parte de la naturaleza humana, por el simple hecho de existir y por tanto, es inevitable. Algunos de los principales sufrimientos son: envejecer, enfermar, morir , ver morir a nuestros seres queridos, etc. no podemos hacer nada por evitar estos procesos. Por tanto, debemos aceptar que en la vida existe ese dolor que es inevitable.

Sufrimiento, nos lo producimos nosotros al pensar sobre el dolor, al elaborar y no aceptar el dolor. Es evitable y no tenemos por qué aceptarlo, aunque tendemos de forma espontánea a producirlo.

Ejemplo: tras la muerte de la pareja pensaremos, “Jamás podré volver a ser feliz, nadie me querrá como él, la vida no vale la pena”

La ecuación del sufrimiento es una sencilla manera de entender cómo surge el

sufrimiento:

Dolor x Resistencia (no aceptación)= SUFRIMIENTO

Por ejemplo, el mismo dolor que podemos sentir cuando nos ponen una aguja en las encías (digamos que es un dolor intensidad 7 sobre 10) nos produce un sufrimiento menor cuando aceptamos el dolor y no nos resistimos a que el dentista nos pinche, y sin embargo cuando se trata de una tortura que nos aplica un secuestrador el sufrimiento es mucho mayor:

En el dentista: Dolor (7/10) x Resistencia (1/10)= Sufrimiento (7/100)

En el secuestro: Dolor (7/10) x Resistencia (10/10)= Sufrimiento (70/100)

La gran pregunta sería ¿por qué nos resistimos? ¿por qué no aceptamos la realidad? En realidad, de todo lo que nos va surgiendo en nuestro día a día, hay sucesos fácilmente aceptables y otros no tanto.. Perder un tren o que se nos olvide el cumpleaños de un familiar son sucesos fácilmente aceptables y controlables; quedarnos sin trabajo o suspender una oposición son problemas de dificultad intermedia para su control y aceptación; que nos diagnostiquen una enfermedad incurable o que nos arruinemos económicamente son problemas de difícil control y aceptación. En resumen, si el problema es fácil y tengo poco control, no nos importa mucho. Sin embargo, si el problema es difícil y no tengo ningún control, entonces surge la resistencia.

Cada persona afronta estas situaciones críticas (problemas muy difíciles ante los que no tenemos ningún control) de diferentes maneras:

  • Resignarnos: no hacemos nada ante el problema, nos negamos cualquier capacidad de control y nos abandonamos a la suerte. Se generan pensamientos del tipo “no hay nada que hacer…” , “qué le vamos a hacer…”
  • Confrontar irracionalmente: negamos el problema e intentamos desesperadamente solucionarlo si valorar si la actuación será efectiva en alguna medida o no. La persona piensa “esto no puede ser…”, ” esto no me puede pasar a mí…”
  • Aceptamos la realidad: admitimos que el dolor es parte de la vida y dejamos de luchar contra lo que no podemos controlar, actuamos ante el problema sólo en la medida que sea útil.

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